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Inmigración: Saltan chispas en La Mancha
Como cada año por esta época, inmigrantes rumanos llegan a Castilla La-Mancha para trabajar en la recolección de productos agrofrutales. Sin embargo, la afluencia de estos temporeros, que se ha incrementado en los últimos años, como afirma Santiago Fernández, alcalde de Llanos del Caudillo (Ciudad Real), ha ocasionado problemas de inseguridad en distintos municipios manchegos. La impotencia de los vecinos de dicha localidad tras sufrir robos en casas y huertos podrían traducirse en que «algún exaltado» ataque a los inmigrantes, advierte el primer edil. |
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En un solar a unos 300 metros de Llanos del Caudillo, de 729 habitantes, se han asentado unos 350 inmigrantes, cuando la localidad sólo requiere como máximo unas 70 personas para los días punteros de la recogida. Fernández ha denunciado ante la Fiscalía este asentamiento de rumanos, algunos de los cuales, haciendo gala de un «comportamiento incívico», han protagonizado varios hurtos. «Aprovechan la buena fe de los vecinos. Tres domicilios de jubilados fueron desvalijados después de que los inmigrantes entraran tras pedir un vaso de agua», relata el regidor. Con la intención de ser contratados temporalmente para las campañas de recolección de la cebolla, el melón o la sandía, estos ciudadanos rumanos se han agrupado al menos en una decena de poblados.
Además del campamento situado en Llanos del Caudillo, la Guardia Civil contabilizó la pasada semana hasta 349 inmigrantes, dispersos en diversos municipios de Albacete, como Balazote o La Gineta, próximos a La Herrera, cuyo alcalde denunció a principios de agosto la llegada de «unos 2.000 rumanos». En aquella ocasión, también saltó la voz de alarma por algunos rozes entre los inmigrantes y los vecinos. La intervención entonces de Antidisturbios de la Guardia Civil hizo que los pobladores fueran abandonando el lugar. Aunque el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, ha respaldado la «legalidad» de estos asentamientos, cabe señalar que desde el PP se le ha recordado que aún no hay libertad de movimiento en España para estos temporeros rumanos -contrato en destino-, puesto que, a pesar de ser ciudadanos europeos, la moratoria de dos años que fijó el Gobierno recogía el libre acceso sólo para estudiantes o trabajadores con permiso y contrato en origen.
Inmigración: Saltan chispas en La Mancha
