Perlas del entendimiento multicultural. El Mundialito de la inmigración, a tortas. El domingo por mañana en el Mundialito de la Integración afloró la reaidad. La Policía tuvo que desalojar el campo en el que se disputaba el pase a cuartos de final entre Ecuador y Guinea-Conakry debido a la trifulca que se montó en el campo y la grada. Previamente, el árbitro había tenido que salir por piernas al vestuario en dos ocasiones, después de expulsar a cuatro jugadores guineanos

.El resultado, encuentro suspendido, y según la organización, ningún herido. El mundialito es un evento que organiza por quinto año consecutivo la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y la Federación Española de Fútbol, que tiene como objetivo la integración. Arrancó el pasado 16 de junio y acabará el próximo día 22. En él participan 28 selecciones en las que se integran 628 jugadores que provienen de Africa, Suramérica, Asia y Europa.

El encuentro se disputó en los campos municipales Ernesto Cotorruelo, situados en la avenida Vía Lusitana, 3. El encuentro en cuestión comenzó a las doce de la mañana. Cuando sólo quedaban un par de minutos para el final de la primera parte, el árbitro pitó un penalti a favor de Ecuador y expulsó a un guineano, según aseguran fuentes presenciales y de la organización. En ese instante, se monta una tangana contra el árbitro.

La hostilidad es tal que el colegiado tiene que poner pies en polvorosa hacia el vestuario, acompañado de la seguridad privada. Tras un lapsus de un cuarto de hora, el encuentro se reanuda, se tira la pena máxima y se falla. La segunda parte transcurrió por los mismos derroteros de dureza. Ecuador se adelanta por dos veces en el marcador y faltando, en torno, a diez minutos, vuelve a montarse la trifulca. El árbitro expulsa a otros tres jugadores de Guinea y al quedar el equipo con siete, suspende el encuentro.

La tensión se extiende a la grada y el colegiado vuelve a poner tierra de por medio en dirección al vestuario. Jugadores y e hinchas guineanos llegaron con sus protestas incluso hasta la puerta del vestuario. Al campo acudieron efectivos de la Policía Nacional y Municipal, que desalojaron el campo para proteger la salida del árbitro