A lo largo del Congreso se sucedieron las intervenciones, entre las que destacó la del Candidato a la Alcaldía del Ayuntamiento de Alcalá de Henares D. Rafael J. Ripoll, en la que abordó la necesidad de que el mensaje político de Alcalá Habitable llegue fundamentalmente a los barrios más olvidados por el Ayuntamiento y que viven azotados por la inseguridad y la falta de dotaciones públicas de calidad.

 

También intervino el nuevo Secretario General D. Manuel Rodríguez Peón, quien pidió un gran cambio en las políticas municipales, en especial las relacionadas con inmigración, vivienda, ecología y deporte. Es de especial relevancia el problema existente en la juventud alcalaína por la escasez de vivienda protegida y la falta de ayuda para las jóvenes familias, que ven como a los cada vez más numerosos inmigrantes no falta quien les ayude.

 

Por último, destacamos la intervención de D. Alberto Grasa, que pidió una implicación mayor del Consistorio complutense en la resolución del atentado del 11-M, y dar un protagonismo especial, además de ayudas, a las víctimas del terrorismo.

 

 

 

 

Actualmente Alcalá cuenta con una población que supera los 200.000 habitantes. Esto era el gran sueño de algunos de nuestros políticos locales, para que de esta forma Alcalá pudiera acogerse a la Ley de Grandes Ciudades. Esta Ley aporta a la ciudad una serie de ventajas, pero también inconvenientes como los de restringir la participación ciudadana en el Ayuntamiento. Además, nuestros gobernantes locales lo ven como la posibilidad de dar el salto a la escena política nacional.

 

Para conseguir superar el listón de los 200.000 habitantes, y que de esta forma Alcalá se convirtiera en una "Gran Ciudad", había dos caminos:

 

-Por un lado, hacer de Alcalá una ciudad deseable para vivir a la mayoría de los jóvenes alcalaínos y del Corredor del Henares. Esto supondría la promoción de vivienda pública para gente joven, creación de zonas verdes y de recreo, dotar a la ciudad de infraestructuras suficientes y de calidad (principalmente sanitarias, de transporte, y de seguridad), el apoyo a las familias, al pequeño comercio alcalaíno, y la garantía de una enseñanza de calidad. Esta opción favorecería en particular a los vecinos de Alcalá, y en general al resto de españoles.

 

-O por otro, hacer de Alcalá una ciudad-imán para la inmigración. Esto supondría no acometer ningún tipo de inversión. Esta opción favorecería a priori a otros municipios de Madrid que verían como la inmigración se concentraría en Alcalá y en el Corredor del Henares en lugar de distribuirse entre toda la Comunidad de Madrid.

 

Por desgracia para los vecinos de Alcalá  se optó por la segunda de las opciones (la menos beneficiosa par los alcalaínos), y que se podría traducir en el "conseguir ser gran ciudad a cualquier precio" de una forma totalmente irresponsable y desordenada.

 

Desgraciadamente aquellos polvos han traído hoy en día estos lodos, porque podremos comprobar como Alcalá ha transformado radicalmente su fisonomía en los últimos 4 años. Con grandes dosis de hipocresía y demagogia, los tres grupos políticos con representación en el  Ayuntamiento han consentido, y hasta fomentado, que los inmigrantes mal-vivan hacinados, en condiciones muchas veces indignas. Es lógico, en el fondo los intereses del gobierno municipal están al servicio de quienes buscan mano de obra barata en abundancia. Esto ha acarreado consigo una dramática degradación en la calidad de vida y en la seguridad de todos los barrios de Alcalá.

 

Los hombres y mujeres de Alcalá Habitable se comprometen a revertir esta situación, y para ello anuncian la presentación de su candidatura a las próximas elecciones municipales en Alcalá de Henares.