En Murcia, los inmigrantes proponen que se acepte como documentos para probar la estancia en España hasta las órdenes de expulsión. Si no, amenazan con manifestaciones.

Para algunos inmigrantes todo es poco. Ya disponen de escolarización y asistencia sanitaria y jurídica gratuita, a la vez que los servicios sociales de muchos lugares se dedican casi en exclusiva a atenderlos; y el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha abierto un proceso de regularización que ha causado la indignación de los socios de la Unión Europea por su laxitud; pero nada de esto les colma.

Ante la incapacidad de muchos inmigrantes para cumplir incluso los pequeños requisitos de la última regularización, varias asociaciones han pedido que puedan presentar otros documentos en lugar del certificado de empadronamiento para demostrar que se halla en España desde el plazo fijado de seis meses.

En Murcia, donde se calcula que viven unos 40.000 irregulares, los presidentes de las asociaciones de marroquíes y senegaleses, Mustafá Zine y Maday Cisse respectivamente, exigieron el jueves pasado día 3 que las autoridades admitan otros documentos para fechar la llegada del inmigrante: el sello del pasaporte, una cita médica y hasta una orden de expulsión. Esto último supone la paradoja máxima para una persona que dice que quiere integrarse en la sociedad española: se toma como indicio de su buena voluntad la vulneración de una orden.

Si no se atiende a sus exigencias, Zine y Cisse advirtieron de que movilizarán a los inmigrantes. Como en los chantajes, dieron un plazo para el cumplimiento de su amenaza: un mes.

Murcia es una de las provincias españolas con mayor porcentaje de población inmigrante, lo que ha causado la saturación de los servicios sociales y, también, un aumento de la delincuencia. La sequía ha hecho que disminuya la contratación de inmigrantes para las faenas agrícolas, con lo que el paro entre éstos está aumentando.

El 31 de diciembre de 2004, había en Murcia 93.204 inmigrantes regularizados. Según los datos correspondientes al 23 de septiembre de 2004, la distribución por nacionalidades era la siguiente: Marruecos (34.315), Ecuador (24.407), Colombia (3.344), Ucrania (2.032), Argelia (1.542), China (1.116), Bulgaria (536), Senegal (478), Bolivia (462) y Rumanía (462)