Opinión. Alberto Grasa. Agresión en Barcelona: agravante por xenofobia
Impresiona ver la brutalidad con que un loco de Barcelona atacó a una chica ecuatoriana. Es de recibo nuestro rechazo. Apoyamos que, en caso de que se demuestre la motivación xenófoba, se aplique el agravante correspondiente… en éste y en todos los casos. Uno puede sufrir xenofobia en el país del que es oriundo: La xenofobia es el odio al natural de un país distinto al propio, pero resulta que en España somos tan originales que la padecemos sin tener que salir al extranjero; la tradicional endofobia de nuestros políticos |
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Hace aproximadamente un mes, detuvieron en el Parque de Oeste (Madrid) a un grupo de sudamericanos que habían violado y golpeado salvajemente a varias chicas españolas delante de sus novios y su cabecilla afirmo que “era una venganza contra los españoles”. Claro caso de xenofobia, agresión y violación.
Nos llegan noticias contando cómo en las playas levantinas los magrebíes golpean y toquetean a chicas españolas por no vestir “como debe una mujer”. Claro caso de xenofobia, de agresión, intento de violación y privación de derechos.
Nos informan desde varias ciudades cómo cuadrillas de operarios de la construcción formadas por sudamericanos y gentes del Este de Europa, amenazan a los españoles para quedarse con las obras. Claro caso de xenofobia, de agresión y conducta mafiosa.
Por no hacerse muy extenso el artículo, que cada uno recuerde lo que ve, oye o sufre a diario.
¿A dónde llegamos con esto? Es muy sencillo. La agresión sufrida por una chica ecuatoriana merece todas las repulsas del mundo.
Pero a algunos señores de grupos de opinión y políticos deberíamos advertirles: Cuando quieran echar tierra sobre un asunto inmediatamente anterior, como por ejemplo pudieran ser las agresiones a policías en la Cañada Real Galiana, simplemente porque es algo muy incómodo para su visión del mundo, no recurran a esto.
Saquen alguna exclusiva de la Prensa Rosa. La xenofobia es bidireccional, y en un país donde una avalancha de inmigrantes ha creado un sin fin de sociedades paralelas que, la experiencia lo demuestra, más que convivir se soportan, no se puede llamar a la lágrima fácil del personal y vestir todo de atentados xenófobos.
Para el que no entienda cómo se puede sufrir xenofobia en el país del que uno es oriundo: La xenofobia es el odio al natural de un país distinto al propio, pero resulta que en España somos tan originales que la padecemos sin tener que salir al extranjero.
Y para terminar, ¿Porqué vienen ministras ecuatorianas a mediar en el asunto? La Justicia Española es lo suficientemente adulta para imponer un castigo a una agresión, y si lo considera probado, con agravante de racismo.
Ningún ministro español se ha acercado a las carreteras donde volcaban camiones de fruta con el justificante de “españoles ladrones”. Claro caso de xenofobia. Y de tradicional endofobia de los políticos españoles.