«Doy gracias a Dios -escribió Platón- por haber nacido griego y no bárbaro, hombre y no esclavo. Pero sobre todo le agradezco haber nacido en el siglo de Sócrates.»

 

Platón fue el gran discípulo de Sócrates y fue tan genial y moderno en sus planteamientos como filósofo, que se ha dicho que toda la filosofía posterior es un comentario de Platón.

 

¿ Por qué estaba tan agradecido Platón de haber nacido en el siglo de Sócrates ¿ Sócrates, considerado por el oráculo de Delfos como el más sabio filósofo de todos los tiempos, era picapedrero, pero abrió una escuela de filosofía. Como no cobraba las clases, era tan pobre que su mujer tenía que ganarse la vida como lavandera. Era tal su sabiduría que impactó a todo el que lo conoció. Si escuchamos a Sócrates , su discurso nos resulta familiar: “Los hijos son ahora tiranos….ya no se ponen de pie cuando entra un anciano a la habitación. Contradicen a sus padres, charlan ante las visitas, engullen golosinas en la mesa, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros.”

 

Platón, que realmente se llamaba Aristocles, recibió el mote por el que ha pasado a la historia, que significa “espalda ancha”, por su corpulencia física. Tal era su corpulencia  que en su juventud llegó a ser bicampeón olímpico de lucha.

 

Al igual que su maestro Sócrates, su discurso sobre la juventud suena extrañamente moderno:

 

 “¿Qué está ocurriendo con nuestros jóvenes? Faltan al respeto a sus mayores, desobedecen a sus padres.  Desdeñan la ley. Se rebelan en las calles inflamados de ideas descabelladas. Su moral está decayendo. ¿Qué va a ser de ellos? “.

 

En Grecia nació nuestra cultura, todos los europeos somos en cierto modo hijos de Grecia. En Grecia nacieron las nociones de individuo y de libertad : la chispa que en ella surgió nunca se apagaría del todo. Esa chispa de libertad que los griegos nos transmitieron , llevaba a los atenienses a espetarle al rey de Tebas: “Aquí el pueblo es rey, y el rico no es más que el pobre”. “!Pero eso es el gobierno de la plebe!”, respondía sorprendido el enviado del rey de Tebas.

 

Pero es el discurso fúnebre del líder ateniense Pericles por los caídos en la guerra contra Esparta , el que mejor expresaba la visión griega de la democracia:

 

“Por otra parte, nos preocupamos a la vez de los asuntos privados y de los públicos, y gentes de diferentes oficios conocen suficientemente la cosa pública; pues somos los únicos que consideramos no hombre pacifico, sino inútil, al que nada participa en ella”.

 

Esta participación en los asuntos públicos fue el sello de marca de la democracia ateniense. En realidad no sólo los griegos, sino prácticamente todos los antiguos pueblos europeos, fuesen de estirpe latina, celta, eslava o germánica, tuvieron como forma de gobierno la asamblea de hombres libres, asamblea en la que se debatían los asuntos públicos y se tomaban las decisiones. Muchos pueblos europeos, como los sajones o los latinos, no tenían reyes, y cuando había un rey al frente de una comunidad, tenía simplemente el carácter de primero de los guerreros. De carácter electivo y temporal, el cargo de rey poco tenía que ver con nuestra noción de soberano. Electiva fue la milenaria monarquía alemana, así como la polaca hasta su final y las monarquías escandinavas hasta el Renacimiento ; era la Cámara Alta del Parlamento alemán quien elegía al Sacro Emperador Romano Germánico y hasta nuestros días ha llegado la vieja costumbre germánica de la aclamación en las coronaciones de las monarquías inglesa y holandesa, residuo del nombramiento del rey por la asamblea de hombres libres.

 

Esta idea de libertad, de comunidad que se piensa y se hace a sí misma, es uno de los rasgos que hacen profundamente original al europeo respecto de otras culturas. Por ello, a medida que Europa va perdiendo su ser, la idea de libertad va perdiendo fuerza y las élites políticas y económicas van vaciando de contenido a la democracia, . La sociedad muticultural y la abolición de fronteras borran la unidad de territorio y población que desde los griegos hizo posible la democracia : las élites del mundo occidental, traicionando sus propias tradiciones culturales, están imponiendo modelos multiculturales contra la voluntad de la población, que atónita y horrorizada contempla cómo cambia para siempre el carácter de sus pueblos y ciudades sin ser ni siquiera consultada.

 

Movimientos sociales y vecinales como Iniciativa Habitable representan en realidad las últimas trincheras de la resistencia del viejo modelo libertario europeo frente al despotismo de los poderosos, que al igual que los enviados del rey de Tebas, nos ven como plebe, no como pueblo. Del resultado del enfrentamiento entre los movimientos populistas y las élites depende el destino de una milenaria civilización. Si algún día la chispa de libertad que surgió de la vieja Europa se extinguiese, una edad oscura se abatirá para siempre sobre el mundo, una edad oscura en la que la ley de la selva será la única ley y los últimos hombres libres no podrán contener el imperio del despotismo y la arbitrariedad. De nosotros depende que nunca se apague la chispa de libertad que nos separa de la Edad Oscura, chispa de libertad que iluminó a Platón y Sócrates y que hizo a los griegos grandes entre los grandes, tan grandes que su sombra se proyecta aún poderosa sobre nuestros corazones.