La prisión de Topas, en Salamanca ha sido tomada por los islamistas. Se han adueñado de un local antes utilizado como escuela y sala de lectura, para convertirlo en mezquita. Han colocado mantas y símbolos árabes y practican allí sus rituales. Ningún otro interno osa entrar en esta mezquita por miedo a las represalias.
Estos internos están provocando igualmente problemas para la entrada de mujeres médicos o ATS en las dependencias de la cárcel. |
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A pesar de las denuncias de los funcionarios la administración no hace nada. Según los funcionarios "estos grupos forman elementos de presión que intentan controlar el tráfico de drogas, fomentan peleas y motines y aumentan la tensión".
El colmo de los despropósitos, cada mañana a las seis el muecín llama a la oración despertando a toda la prisión. El reglamento establece que todos los internos tienen derecho a ocho oras de descanso nocturno, pero los musulmanes imponen sus costumbres sin respetar a los demás.
La situación generada por la pasividad de las autoridades está convirtiendo la cárcel en un polvorín. "Un día al cachear las pertenencias de un musulmán este no me permitió revisar un Corán que tenía en una bolsa por que se lo contaminaba", relata un funcionario.