Quinientos inmigrantes ilegales entran a diario por el paso de La Junquera
" Cuando rechazamos un autobús en el paso da la vuelta y entra por cualquier otro paso comarcal. Para controlar eso necesitaríamos más efectivos y unidades móviles, pero con los medios actuales no tenemos capacidad ni para atender a 100 indocumentados por día, frente a los más de 500 que cruzan”, explica el portavoz de CEP.
Según la Confederación Española de Policía, los cuerpos de seguridad tienen capacidad para expulsar a 12.000 extranjeros al año, cuando las propias cifras oficiales del padrón municipal del INE registran una entrada diaria media de 1.200 personas, casi 700.000 en 2005. |
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Las pateras y los cayucos representan tan sólo una mínima parte de la entrada ilegal de inmigrantes a España: la Cruz Roja Española calcula que se trata del 15% del total. Sin embargo, el dramatismo con el que muchas de estas embarcaciones llegan a las costas y la atención de los medios han movilizado a la opinión pública y al Ejecutivo, que ya ha desplegado un plan diplomático en África. No así en la más que vulnerable frontera de La Junquera.
La Delegación de Gobierno de Canarias actualizó ayer mismo los datos de llegada de subsaharianos a bordo de cayucos. En lo que va de año, las islas han recibido 14.589 extranjeros, el triple que en todo 2005.
Unas cifras sorprendentes, aunque ínfimos si se comparan con la presión migratoria que sufren otros puntos fronterizos de España. Por ejemplo, el de La Junquera (Girona), a través del cual pasan diariamente 500 ilegales, según el portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP), Rodrigo Gavilán.
“En la actualidad, Cataluña es el paraíso del paso de la inmigración ilegal en España”, explica Gavilán. Sólo a través del paso pirenaico de La Junquera, entran anualmente 150.000 indocumentados, diez veces más de los que recibió Canarias en todo 2005. Y para su control, tan sólo hay destinados dos efectivos de la Policía por turno.
Según CEP, esta escasez de medios puede hacer, a corto plazo, incontrolable la situación en Girona. “En 2007, cuatro países de los Balcanes –Croacia, Serbia, Montenegro y Kosovo– entrarán en los acuerdos de circulación de personas de la Unión Europea. Si no se redobla el control de los Pirineos, en dos décadas podrán entrar cinco o seis millones de personas procedentes de Europa del Este”, explica Gavilán.
En todos los Pirineos existen treinta pasos fronterizos con Francia. En Girona hay ocho, aunque sólo cuatro de ellos están vigilados: La Junquera, Puigcerda, Camprodon y Portbou. Aunque con unos turnos de vigilancia que en ningún caso superan los dos agentes. “La frontera de Girona es incontrolable.
Cuando rechazamos un autobús en el paso da la vuelta y entra por cualquier otro paso comarcal. Para controlar eso necesitaríamos más efectivos y unidades móviles, pero con los medios actuales no tenemos capacidad ni para atender a 100 indocumentados por día, frente a los más de 500 que cruzan”, explica el portavoz de CEP.
Esto ha hecho que Girona tenga una de las tasas de inmigración irregular más elevadas de España –16%– sin que se redoblen los esfuerzos de seguridad en la zona. Por ejemplo, en Figueras sólo hay un efectivo de la Policía destinado a controlar la inmigración ilegal, mientras que en ciudades del interior como Valladolid hay 21.
Gavilán señala que la provincia necesita, al menos, noventa agentes –cuarenta en los pasos pirenaico– para intentar cubrir esta avalancha humana que no sólo entra por al frontera de Francia. Por ejemplo, en el aeropuerto de Girona sólo hay dos policías por turno para una afluencia que supera los tres millones de pasajeros al año.
La entrada irregular de personas procedentes de los países del Este en España es fácil. Casi todos cruzan la frontera con el visado en regla, lo que les permite permanecer 90 días en España antes de ser expulsados. El problema es que casi ninguno regresa y la mayoría se queda en España a la espera de conseguir su permiso de trabajo o residencia.
Según la Confederación Española de Policía, los cuerpos de seguridad tienen capacidad para expulsar a 12.000 extranjeros al año, cuando las propias cifras oficiales del padrón municipal del INE registran una entrada diaria media de 1.200 personas, casi 700.000 en 2005.
Gavilán propone, para solucionar el problema de Girona, destinar a un mayor contingente de policías recién licenciados a la provincia durante los dos primeros años de su carrera y así, evitar los déficit de personal que sufre la zona.
Los municipios dan la espalda a la Policía
La Policía es la única institución con competencia para expulsar a los inmigrantes indocumentados en toda España, a pesar de la existencia de algunos cuerpos autonómicos de policía.
Aunque para poder expulsar a un ilegal es necesario tener el pasaporte y “la mayoría de los ayuntamientos de Cataluña, como son reacios a las fuerzas de seguridad del Estado no dejan al Cuerpo Nacional acceder a los datos del padrón”, explica Gavilán. El portavoz de CEP lamenta esta actitud de muchos consistorios ya que, según él, es uno de los factores que ha hecho de Cataluña un “paraíso” para los ilegales.