Los jueces dan la voz de alarma ante el creciente número de matrimonios fraudulentos o nulos.
Los matrimonios de conveniencia han dejado de ser algo testimonial para convertirse en un problema para las distintas instituciones. Es ya un medio para lograr de manera rápida la nacionalidad española, con los beneficios que lleva implícita. Los jueces han dado la voz de alarma ante un problema que crece de forma desmedida y que afecta directamente a los registros civiles. |
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Esta situación se puso de manifiesto en las reuniones que han celebrado en Valencia los presidentes de los tribunales superiores de Justicia, donde se ha calificado de «avalancha» el número de matrimonios de conveniencia que se están produciendo en España, aspecto en el que coincidió el vocal del Consejo General del Poder Judicial Luis Aguiar. En este tipo de bodas están implicados cada más ciudadanos cubanos, quienes aprovechan ese «matrimonio» para poder venir a España y lograr, una vez obtenido el certificado del Registro Civil, la nacionalidad.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, Juan Luis de la Rúa, definió de forma bastante explícita su origen y causa: «Parece que es una forma de obtención de una conveniencia para la nacionalidad; después -ironizó-, disolvemos el matrimonio y si te he visto, no me acuerdo». Esto ha provocado que los expedientes matrimoniales se multipliquen en los registros, con lo que ello significa. Por ello, los presidentes de los tribunales superiores abogan por especializar los registros civiles en temas en los que el fenómeno inmigratorio resulta más acuciante, con especial atención a los expedientes en los que figuran ciudadanos extranjeros.
Desde el ministerio de Justicia se reconoce que ha habido un aumento de esas uniones, y consecuencia de ello fue la instrucción de la Dirección General del Registro y Notariado, de 31 de enero, en la que se insta a los jueces encargados de los registros civiles a tener «especial cuidado» al resolver expedientes donde aparezca un ciudadano extranjero como cónyuge. De hecho, según fuentes de Justicia, en 2005 se desestimaron 259 matrimonios.
Por otro lado, pero en relación con el fenómeno de la inmigración, los presidentes de tribunales superiores expresaron su preocupación por el incremento de los «problemas jurídicos, humanos y morales» que supone. Por ello, llaman la atención al ministerio de Justicia y autonomías con competencias transferidas «por el abandono en el que se encuentran los registros civiles en España».
También abordaron la situación de los juzgados de Violencia sobre la Mujer. Tras expresar su «manifiesta preocupación en relación al problema de la violencia de género», hubo unanimidad en que su actuación desde que fueron creados «pone de relieve la presencia de situaciones enteramente desiguales», presentando «serias disfunciones».