La población reclusa española no para de crecer y cada vez lo hace más rápido espoleada por el imparable aumento de internos extranjeros, según desvelan los últimos estudios del ministerio del Interior. Por primera vez desde la llegada de la democracia, el colectivo de presos supera los 60.000 internos, de los que casi el 30% son inmigrantes. Habría que remontarse a los últimos años de la posguerra civil para encontrar un número tan elevado de reclusos en España. Los responsables de la Administración, observan con preocupación el repunte en el crecimiento durante los últimos meses, cuando cada día ingresaron en prisión una media de 14,2 internos, un 25% más que durante 2004. En el ultimo año siete de cada diez nuevos presos preventivos son extranjeros. Detrás de este incremento están los inmigrantes: de los 13.047 presos que entraron entre 2000 y 2004 en alguno de los 66 centros dependientes de Interior, el 55% era extranjero.

Los responsables de la Administración, observan con preocupación el repunte en el crecimiento durante los últimos meses, cuando cada día ingresaron en prisión una media de 14,2 internos, un 25% más que durante 2004.

Detrás de este incremento están los inmigrantes: de los 13.047 presos que entraron entre 2000 y 2004 en alguno de los 66 centros dependientes de Interior, el 55% era extranjero. Las estadísticas de prisiones dan buena cuenta del que ya es conocido como el 'boom penitenciario inmigrante'.

Cárceles previstas

Pero este boom inmigrante sólo viene a empeorar una situación de constante incremento en la última década. Según desvelan las últimas estadísticas de Instituciones Penitenciarias, sólo el año pasado la colonia penitenciaria total (nacionales más extranjeros) aumentó un 7,6 por ciento. En apenas quince años, el número de internos se ha doblado (de 33.035 a 60.649); hay 27.000 presos más y Prisiones sólo ha conseguido en este período abrir 15.000 celdas nuevas. Es más, la Administración no ha comenzado a edificar ni una sola de las cuatro cárceles previstas por el Ministerio del Interior.

Pese a que el Gobierno dio luz verde en enero de 2003 a la construcción de estos centros en Puerto de Santamaría (Cádiz), Morón (Sevilla), Albocásser (Castellón) y Estremera (Madrid), y la Administración prometió que estarían en funcionamiento en 2005, sólo en la cárcel gaditana se han terminado los trámites de expropiación.

En cuanto al de Navarra, la direcotra de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, dijo ayer que en los próximos días se llegaría a un acuerdo y que ya se busca con el Ayuntamiento de Pamplona en una zona del noroeste de la capital navarra.

No obstante la entrada en funcionamiento de estas prisiones ni siquiera servirá de parche.Los nuevos centros tendrían 4.032 celdas, una capacidad que ya se vería desbordada con los internos que entrarán este año en las cárceles españolas. Interior y la Generalitat estiman que 2005 terminará con unos 5.100 internos más que el año pasado.

Y el futuro no tiene mejor pinta. Las estimaciones de Instituciones Penitenciarias apuntan a que el colectivo se incrementará en 7.241 internos en los próximos dos años. A esta cifra habría que sumar otros 800 internos en las cárceles catalanas, lo que supondría un aumento anual cercano a los 4.000 presos.