La batalla de Perpiñan. ¿El futuro de Europa?
Fecha Miércoles, 01 Junio a las 18:19:38
Tema Seguridad Ciudadana


El centro urbano de Perpiñán ofrecía ayer la inequívoca imagen de una ciudad después de la batalla. Caminar por algunas de sus calles era hacerlo sobre una alfombra de cristales rotos a pedradas o a golpes de barras de hierro, o pisando las cenizas aún recientes de los incendios provocados durante los altercados de la noche anterior. Coches calcinados o destrozados a golpes, fachadas de edificios chamuscadas, contenedores de basuras reducidos a cenizas y un sinfín de desperfectos en el mobiliario urbano y en propiedades privadas conforman el escenario que dio los buenos días a los vecinos de la ciudad, que vivió ayer una jornada de calma tensa tras una noche de gran violencia. Un brote de barbarie protagonizado por jóvenes magrebíes que tuvo como detonante el asesinato a tiros de Driss, un ciudadano de origen marroquí de 43 años, a manos de un grupo de personas aún no identificadas de manera oficial, aunque ellos acusan al colectivo gitano. La del domingo es la segunda muerte violenta de un miembro de la comunidad magrebí de Perpiñán después de que el pasado día 22 fuera brutalmente linchado en plena calle por un grupo de gitanos el joven de origen argelino Mohamed Bey Bachir.

Puedes ver en el interior las impresionantes fotos de los altercados



El representante del Gobierno francés en Perpiñán, el prefecto Thierry Lataste, lanzó en la madrugada del lunes un llamamiento a los responsables de las dos comunidades para que "cada uno, de acuerdo con la influencia que tiene sobre el colectivo y de manera especial sobre los elementos más jóvenes, intente poner freno a unos enfrentamientos que son perjudiciales
para los dos colectivos y para toda la ciudadanía en general". Mientras tanto, un millar de agentes de distintos cuerpos policiales han tomado la ciudad para evitar nuevos choques. A los 450 agentes movilizados en primera instancia, se han sumado los llegados de urgencia desde Marsella, Nimes o
Montpellier, entre otras ciudades.

A primera hora de ayer, el asombro y la incredulidad se reflejaban en los rostros de los ciudadanos a medida que comprobaban la desolación provocada por los altercados de la tarde-noche del domingo, que se saldaron con una persona muerta y ocho heridas, además de tres bomberos y cinco policías heridos leves. Los propietarios de los negocios afectados se apresuraban a
cambiar las persianas retorcidas y los cristales rotos, mientras en el interior los empleados intentaban devolver los establecimientos a la normalidad y trataban de atender lo mejor posible a los pocos clientes que les visitaban. Cerca del mediodía, los afectados mantuvieron una reunión con
el alcalde de la ciudad, Jean-Paul Alduy, para comenzar a evaluar los daños. El alcalde explicó la "sensación de tristeza que me produce esta situación". Los hechos ocurridos estos días han generado en la población, según él, una sensación de miedo, "y el miedo es lo peor que podemos tener", dijo Alduy. Pese a todo, confía en que "la paz pueda volver pronto a la ciudad" y abogó
por el "respeto a todas las identidades y culturas" para recuperar la perdida calma.

Las diez escuelas de los barrios afectados por los altercados, Sant Mateu y Sant Jaume, abrieron ayer sus puertas, aunque muchos padres decidieron no llevar a sus hijos y el absentismo escolar se situó entre el 30 y el 100 por cien, según el centro.

A media mañana, las personas que se encargaban de retirar de las calles los vehículos que resultaron afectados llevaban ya cargados en los camiones grúa unos 35 de los más de 50 que fueron pasto de las llamas. Según fuentes de la Prefectura de Perpiñán, hasta un total de 100 vehículos podrían haber quedado afectados durante los disturbios.

Mientras, la policía y el fiscal continuaban las investigaciones para esclarecer la muerte del ciudadano marroquí y determinar quiénes fueron los causantes de los altercados que se produjeron por toda la ciudad después del asesinato. El fiscal general de Perpiñán, Jean-Pierre Dreno, no ha podido confirmar por el momento la identidad de los agresores y trabaja en la comprobación de las diferentes versiones de los testigos de la agresión.

En cuanto a los protagonistas de los altercados, Dreno confirmó que habían sido detenidas 37 personas y otras diez identificadas por las fuerzas del orden. Ayer tarde el fiscal puso a disposición judicial a seis de los detenidos y continuaba tomando declaración al resto.

 

 

 

 

 







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