Las autoridades reconocen uqe en España hay 3.700.000 extranjeros, el 8,4 % de 4
Fecha Jueves, 28 Abril a las 22:18:53
Tema Inmigración


En Baleares los extranjeros son ya más del 15 por ciento de la población empadronada; y con más del 12 por ciento están Madrid, Murcia y Comunidad Valenciana.

El porcentaje de población extranjera en España ya supera al de Francia (8 por ciento) y se acerca a Alemania (9) y Austria (9,2). Se sitúa muy cerca de Bélgica (8,7) y hace mucho tiempo que dejó atrás a Holanda (4), Reino Unido (3,5), Italia (2,5), Dinamarca (4,8) o Suecia (5,5), según datos de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración.



Galopando sobre la imparable ola de la inmigración, la población residente en España a 1 de enero de 2005 alcanza los 43,97 millones de habitantes, de los que 40,28 millones son de nacionalidad española y 3,69 millones son extranjeros (el 8,4 por ciento del total), según el avance del padrón municipal hecho público ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Conforme a estas estimaciones provisionales, la población de nuestro país ha crecido en unas 770.000 personas durante 2004. Más de 650.000 nuevas inscripciones corresponden a ciudadanos extranjeros (el ritmo de empadronamiento se ha duplicado en un año, ya que a lo largo de 2003 hubo 361.730 nuevas altas). Y, para acabar el párrafo, un dato espectacular: en 1996, el número de foráneos era de 542.314. Es decir, en una década la cifra se ha multiplicado casi por siete.

El porcentaje de población extranjera en España ya supera al de Francia (8 por ciento) y se acerca a Alemania (9) y Austria (9,2). Se sitúa muy cerca de Bélgica (8,7) y hace mucho tiempo que dejó atrás a Holanda (4), Reino Unido (3,5), Italia (2,5), Dinamarca (4,8) o Suecia (5,5), según datos de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración.

Cifras por Comunidades

Este contingente ha crecido en todas las Comunidades, excepto en la ciudad autónoma de Melilla. En Baleares los extranjeros representan más del 15 por ciento de la población empadronada. Siguen Madrid, Murcia y Comunidad Valenciana (con más del 12), Cataluña y Canarias (con más del 11) y La Rioja (que supera el 10 por ciento). La menor proporción hay que buscarla en Extremadura, Asturias y Galicia (con algo más del 2 por ciento), y País Vasco, Castilla y León, Cantabria y Ceuta (por debajo del 4). Las Comunidades donde se ha producido mayor aumento de inmigrantes, en términos absolutos, durante 2004, son Cataluña (casi 153.000 más), Comunidad Valenciana (108.000), Madrid (102.000) y Andalucía (95.000).

Por nacionalidades, los más numerosos son los marroquíes (más de medio millón), ecuatorianos (492.000), rumanos (más de 300.000) y colombianos (por encima de 260.000). Los rumanos son los que han experimentado mayor crecimiento durante 2004, con más de cien mil nuevos inscritos en el padrón, seguidos de los marroquíes (más de 80.000) y británicos (50.000).

Seremos más

Pero la ola sigue cogiendo altura. La presidenta del INE, Carmen Alcaide, pronosticó un fuerte ritmo de crecimiento de extranjeros empadronados durante la primera mitad de 2005. El número de inscritos en el primer trimestre se estima en 200.000. El proceso de normalización de inmigrantes irregulares explicaría este «boom», pero, según Alcaide, «no ha producido un efecto llamada, sino que los que están en España y no se habían empadronado lo van a hacer ahora».

A las citadas inscripciones habrá que sumar las altas por omisión del mes de abril, tras la decisión del Gobierno de permitir esta figura para acreditar la presencia en España y poder, por tanto, acogerse a la regularización extraordinaria. «Lo más importante -añadió la presidenta del INE- es que los inmigrantes se están asentando en aquellos lugares donde hay trabajo».

Alcaide anunció que el INE estudia elaborar una estadística específica sobre inmigración. Diferenció entre dos tipos de extranjeros: por un lado, los procedentes de la UE, «personas de más edad, que vienen con su pensión a vivir de una forma más agradable, o europeos que se asientan para montar un negocio»; por otro, los que «vienen básicamente en busca de trabajo, de Marruecos, América Latina y Europa del Este». Esta tipología hace «que existan comportamientos distintos», y que la presión ejercida por estos colectivos sea diferente, «ni mejor ni peor».

En situación irregular

En el contexto del proceso de normalización -o como le gusta ahora decir a Caldera, de «reflote de la economía sumergida»-, el padrón ha vuelto a poner sobre el tapete una realidad evidente: cuando el 7 de mayo (si no hay nueva rectificación del Gobierno) se dé por concluido el plazo para regularizar a los inmigrantes, más de 500.000 se quedarán sin papeles. La presidenta del INE no es partidaria de estas «cuentas de la lechera», pues el cruce de datos del padrón con el número de residentes legales no es muy fiable, pero son las mismas cuentas que hacía el PSOE cuando estaba en la oposición. Un mapa riguroso de la inmigración en España se hace más urgente que nunca para saber qué realidad vivimos.

Por su parte, la secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, señaló a ABC que «el Gobierno utiliza el padrón para generar más confusión con la inmigración en España. Los únicos datos reales son los de los extranjeros atendidos en los diferentes servicios públicos de los Ayuntamientos y Comunidades, que están sometidos a una gran presión».







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