En la reunión informal, celebrada el pasado sábado, de ministros de Justicia e Interior de la UE España fue criticada por haber decidido unilateralmente regularizar a cientos de miles de inmigrantes ilegales que podrían acabar estableciéndose en cualquier otro país de la UE.
Tanto la ministra holandesa como el ministro alemán, trasladaron al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, su malestar ya que esta medida se ha adoptado sin el más mínimo consenso o proceso de diálogo con los demás miembros de la UE. |
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LUXEMBURGO. El ministro de Interior alemán, Otto Schily, y la ministra de Inmigración holandesa, Rita Verdonk, criticaron ayer al Gobierno español por no haber consultado con sus socios europeos el proceso extraordinario de regularización de extranjeros, que empieza el 7 de febrero, porque puede afectar a los demás países de la Unión Europea. “Si ciertos países están regularizando ilegales, no pueden hacerlo mirando sólo su propia situación. Debería haber algún tipo de armonización desde el principio porque esta decisión puede afectar a otros países”, censuró Schily.
Por su parte, la ministra de inmigración holandesa, que coincidió con la opinión del alemán, afirmó: “Tenemos que hablar de las consecuencias que este tipo de medidas tienen para otros países de la UE”.
El ministro alemán, que le trasladó al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, su preocupación al comienzo de la reunión informal de ministros de Justicia e Interior de la UE, opinó que las cuestiones de migración legal «deben quedar en manos de las competencias nacionales», pero «haría falta una armonización». Para suavizar sus críticas añadió que “eso no
quiere decir que la legislación sea mala en este caso español específico”.
Por su parte, la ministra de inmigración holandesa, que coincidió con la opinión del alemán, afirmó: “Tenemos que hablar de las consecuencias que este tipo de medidas tienen para otros países de la UE”.
Durante la reunión, dedicada a analizar la política común de asilo, Schily subrayó que los extranjeros que sean regularizados en España, podrán después trasladarse libremente por Francia y Alemania.
Al mayor proceso de regularización llevado a cabo en España podrán acogerse los inmigrantes que se encuentren empadronados en algún municipio español desde antes del 8 de agosto de 2004, ya que la norma exige que los solicitantes residan en España desde seis meses antes de la entrada en vigor del Reglamento y que lo acrediten exclusivamente mediante el empadronamiento. Deberán además carecer de antecedentes penales. Todos aquellos extranjeros regularizados contarán con una autorización temporal de residencia de un año de validez, informa Ep.
El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, respondió a estas quejas de dos de los socios comunitarios y argumentó que se trata de una regularización «inteligente», puesto que garantiza la relación laboral y unas condiciones de vida adecuadas.
«Es una normalización sobre la que se debe reflexionar, en la medida en la que se van a regularizar en España a aquellos que estén debidamente integrados, que tienen una relación laboral, hasta el punto de que el inicio del proceso corresponde al empresario», subrayó Camacho.
Según Camacho, con las condiciones establecidas, el Gobierno va a garantizar «que esa fuerza de trabajo lo haga en condiciones adecuadas evitando cualquier tipo de explotación».
Los ministros de Interior apostaron, en líneas generales, por una política de control de la inmigración ilegal que se aplique directamente en las regiones de origen y tránsito, mediante programas de ayuda a los países más afectados, especialmente del Mediterráneo y los africanos de los Grandes Lagos. De esta forma, consideran que se mejorarían las condiciones de vida de los potenciales demandantes de asilo, la mayoría de los cuales son inmigrantes ilegales, según la Comisión Europea, y se eliminarían las razones por las cuales se ven forzados a tratar de llegar a Europa.