HOLANDA, la convivencia contra las cuerdas
Fecha Martes, 04 Enero a las 16:54:56
Tema Inmigración


La Holanda de la tolerancia, del vive y deja vivir hace aguas. Los holandeses contemplan entristecidos como después de años de generosidad y tolerancia hacia la inmigración  su país se ve envuelto en una serie de amenazas a personajes públicos y de  asesinatos más propios de la Argelia integrista que de la “civilizada Europa”. El derecho a opinar y a disentir que siempre había enorgullecido a este país ha dejado paso a una vida política donde los diputados tienen que medir sus palabras para no ser asesinados.



Definitivamente Holanda ha perdido su inocencia. El asesinato del cineasta Theo van Gogh a manos de un joven de origen magrebí ha resucitado los fantasmas que envolvieron al país en una negra nube a consecuencia del asesinato, hace dos años, de Pim Fortuym, destacado dirigente político que hizo suya la bandera del antiinmigracionismo. En pocos años la sociedad holandesa ha tenido que digerir el pasar de ser la sociedad más tolerante de toda Europa a ser un país donde se asesina a políticos y personajes públicos que se salen de los límites de lo “políticamente correcto”.
 
Al igual que Fortuym en su día, Theo van Gogh se caracterizaba por su dialéctica provocativa e incisiva. En los últimos meses se había propuesto denunciar hasta las últimas consecuencias el efecto negativo que en Holanda está teniendo la extensión de la cultura magrebí-islámica. Su sentencia de muerte quedó sellada cuando decidió realizar un reportaje, junto con la diputada de origen somalí Ayaan Hirsi Ali, en el que se denunciaba la situación de la mujer en el islam.
 
En el cortometraje, titulado submision, Ayaan Hirsi califica a Mahoma de perverso por haber desposado a una niña de nueve años. Así mismo aparece en el corto una mujer desnuda, con versos del Corán tatuados y golpeada por su marido.
 
Otro político que ha sido amenazado es Geert Wilders antiguo correligionario de Hirsi y que a día de hoy ha legalizado una agrupación política a la que las encuestas dan 28 de los 150 escaños del parlamento holandés. En su programa Wilders incluye medidas como la expulsión de los inmigrantes que no se integren y la cadena perpetua para los delincuentes que reincidan tres veces. El obstáculo con el que se está encontrando Wilders para poder desarrollar su agrupación y cerrar una lista electoral es su dificultad para poder hablar con sus seguidores. Cualquiera que hable con él es considerado un objetivo por los grupos islámicos y el Ministerio de Justicia ha dicho ya que no puede protegerlos a todos. El retrato robot de los votantes de Wilders sería el de un holandés de entre 30 y 50 años, blanco, de clase media, repartidos por toda Holanda y enormemente preocupados por convertirse en minoría en su propio país.
 
Ante la gran conmoción que vive Holanda el Gobierno cierra los ojos y sigue aplicando viejas medidas que ya han demostrado su ineficacia. Según los prebostes del gobierno todo se solucionará si los inmigrantes aprenden bien el idioma. Se calcula que 240000 mujeres inmigrantes  tienen problemas para expresarse en holandés y se ha iniciado un plan para que en el año 2010 todas ellas hayan superado un examen de “civismo”, formulado en holandés, donde se incluirán preguntas sobre el funcionamiento de la sociedad y sus normas. La ejecución del plan costará a los holandeses 300 millones de euros a razón de 50 millones anuales.
 
Lo que parece olvidar el gobierno es que el asesino de Theo van Gogh no tenía ningún problema para expresarse en holandés puesto que había nacido en Holanda. De hecho, los 7 folios que clavó con su puñal en el pecho de Theo contenían un memorandum  redactado en un holandés perfecto. La incompatibilidad de la cultura de ciertos inmigrantes con la tolerancia y la democracia holandesa no radica en la diferencia de lengua sino en las diferentes formas de enfocar la vida. La intolerancia, el autoritarismo y la sumisión de la mujer son algunos de los aspectos que caracterizan la cultura de magrebíes y turcos y mucho nos tememos que eso no va a cambiar con algunas clases de gramática holandesa.
 
Frente a todo esto la población de origen magrebí y turco no hace sino encerrarse en si misma achacando su falta de integración al país que en su día les acogió. Según las encuestas un 45 % piensa que los diputados actuales no representan sus intereses y algunos  hablan ya de crear su propio partido que podría obtener el apoyo de hasta el 51 % de todos los musulmanes (8 escaños en el parlamento).






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