Tras el brutal asesinato del cineasta Theo van Gogh en Holanda, el país sufre un proceso de confrontación violenta entre autóctonos y musulmanes. Holanda cuenta con un porcentaje superior al 50% de habitantes de origen extranjero en ciudades como Rotterdam o Amsterdan. |
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Se repiten los incendios y ataques diarios contra de mezquitas y de iglesias. Se detienen integristas islámicos que planeaban asesinar a diputados. Los llamamientos a la calma del parlamento parecen voces en el desierto.
El Ministro de defensa ha advertido que la espiral creciente de violencia puede "romper los diques de la sociedad y del Estado de Derecho. Pese a los esfuerzos del gobierno de perseguir el islamismo radical, las amenazas a la estabilidad del país por parte de estos grupos son cada vez mayores.
Si esto ocurre en la capital de las libertades y la tolerancia de Europa ¿qué podemos esperar que ocurra en España?