No son acusaciones leves. Y es que los sindicatos de Policía no han dejado pasar la «oportunidad» para denunciar una situación que consideran precaria. La Unión de Policía Municipal de Madrid afirma que la agresión demuestra «lo poco que le importa al Ayuntamiento la seguridad de sus policías y de los ciudadanos».
   

Aseguran que los municipales «salen a la calle sin los medios adecuados que disminuyan los riesgos», pese a quye «sería sencillo y barato» proporcionarles guantes anti-corte, chalecos anti-agresión u otros elementos necesarios.

 

 Actualmente, según dicen, son los propios agentes los que tienen que costearse dichos elementos de su bolsillo. Unos elementos que creen que debería pagar el municipio y que, al parecer, algunos oficiales se niegan a proporcionarles alegando que «no forman parte del uniforme reglamentaria».

 

 La Unión de Policía Municipal se queja, además, de que «la mala gestión» en la distribución de los efectivos multiplica la figura del agregado», un policía es desplazado sistemáticamente de un distrito a otro «con un claro desconocimiento de la problemática del mismo»