La Policía expulsa 12.000 ilegales pero llega al menos otro medio millón.
La escasez de plantilla y la dificultad para acceder a los datos municipales son los principales problemas con los que se encuentra el Cuerpo Nacional de la Policía para poder tramitar la documentación necesaria para llevar a cabo una orden de expulsión de un inmigrante irregular en España. |
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La escasez de plantilla y la dificultad para acceder a los datos municipales son los principales problemas con los que se encuentra el Cuerpo Nacional de la Policía para poder tramitar la documentación necesaria para llevar a cabo una orden de expulsión de un inmigrante irregular en España.
Los grupos operativos desplegados en el territorio nacional tienen capacidad para expulsar a 12.000 extranjeros al año, según denunció ayer el portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP), Rodrigo Gavilán, en una entrevista concedida a Onda Cero. Es decir, sólo pueden devolver a una mínima parte de los irregulares que acceden anualmente en el territorio nacional, calculados en torno al medio millón.
Este es un dato difícil de conseguir puesto que uno de los puntos por donde mayor número de inmigrantes acceden, los Pirineos, no constituye frontera, “por lo que no es cuantificable el número de personas que pueden entrar”, manifestó un portavoz del Sindicato Unificado de la Policía. Además, otro coladero es el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Sólo se tiene cuantificado el número de irregulares que llegan en cayucos a las Islas Canarias.
No obstante, Gavilán señaló que por los Pirineos acceden alrededor de 150.000 rumanos o búlgaros al año. Con esta cifra se confirma que la inmigración irregular a través de los Pirineos supera en más de diez veces a la de Canarias. Y, ésta es difícil de controlar por la escasez de efectivos en los distintos puestos de los Pirineos. “Contamos con el mismo número de funcionarios que en el año 1998”, denunció Gavilán.
Controles esporádicos
Por su parte el portavoz del SUP admitió que en todos los pasos entre España y Francia “se hacen controles esporádicos, aunque no los necesarios” porque no es suficiente con el número de efectivos actual. Por eso, su sindicato quiere que el Gobierno ponga incentivos económicos para animar a los efectivos a ocupar las plazas de esos puestos.
No obstante, este portavoz no achaca la escasez de plantilla en el Cuerpo, aseguró que en Cataluña se ha multiplicado por tres el número de efectivos desde la finalización del Plan 2000, sino que culpó a la actuación de otros países en el control de sus fronteras. Desde la incorporación de España al espacio Schengen no se puede cerrar el paso de los Pirineos porque no es una frontera propiamente dicha. Por eso hay que reforzar las fronteras exteriores.
A este respecto, “Austria es el coladero de Europa. Es el agujero negro de Schengen en frontera exterior”, denunció el portavoz del SUP. Concretamente el punto elegido por la inmigración ilegal es el puesto fronterizo de Nickesldosf.
Esta no es la visión que mantienen los dirigentes del otro sindicato de la Policía, el CNP. Para ellos el principal problema es la escasez del número de efectivos. Gavilán puso un ejemplo para ilustrar este hecho. “Cuando entra un autobús de inmigrantes, los policías los expulsan, pero este autobús da la vuelta y entra en España a través de cualquier carretera comarcal que atraviesa el Pirineo. Aprovechan que no hay funcionarios suficientes para controlar las carreteras comarcales”, dijo. A esto se une las dificultades que tienen con las administraciones locales. Por diversas circunstancias son reacias a facilitar los datos del padrón, sin los cuales es difícil llevar a cabo un proceso de expulsión.
“El Cuerpo Nacional de Policía es la única institución con competencia para ejecutar las órdenes de expulsión, pero para poder expulsar a un extranjero es imprescindible tener el pasaporte y la mayoría de los ayuntamientos de Cataluña, como son reacios a las fuerzas de seguridad del Estado, no dejan acceder a los datos del padrón. Esto es triste, porque por este motivo Cataluña se ha convertido en el paraíso de la inmigración”, dijo Gavilán.
Canarias y Cataluña
Este problema no sólo lo tienen en Cataluña. También cuentan con dificultades en Canarias para acceder a los datos. Rodrigo Gavilán, en declaraciones a Efe, criticó que el presidente del Gobierno canario, Adán Martín, “eche balones fuera y culpe a la Administración Central del desorden migratorio”. De acuerdo con el principio de lealtad constitucional, subrayó, las diferentes administraciones deben prestarse asistencia mutua, “pero en los ayuntamientos canarios hay empadronados miles de irregulares y no podemos expulsarlos porque no tenemos acceso a sus pasaportes”.