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Como primer resultado de la fallida intentona olímpica los madrileños van a quedarse sin el estadio de atletismo de la Peineta. Los planes municipales de permuta del estadio del Vicente Calderón por la Peineta como estadio de fútbol para el Atlético de Madrid, pueden tener como consecuencia que los terrenos del actual estadio del Manzanares se conviertan en una nueva operación especulativa de viviendas de lujo que permita financiar parte de la reforma de la M-30.
El proyecto olímpico era simplemente una pantalla destinada a ocultar mediaticamente el esquizofrénico proyecto de reforma de la ciudad que ha puesto en marcha Gallardon, y cuyo principal objetivo es seguir favoreciendo desarrollos urbanísticos especulativos e incrementar la utilización del coche en la ciudad |
Este desmantelamiento del proyecto olímpico es una muestra evidente de la falta de compromiso del alcalde con el fomento del deporte, la no finalización del centro Acuático tal como estaba diseñado, el aplazamiento sin fecha de la Caja Mágica de Tenis, el abandono del parque de La Gavia destinado a aguas bravas y del Pabellón Olímpico son una demostración más de la falsedad de las palabras de Gallardón, cuando se comprometió a realizar las inversiones previstas en el proyecto olímpico, independientemente del resultado de la candidatura olímpica
El proyecto olímpico era simplemente una pantalla destinada a ocultar mediaticamente el esquizofrénico proyecto de reforma de la ciudad que ha puesto en marcha Gallardon, y cuyo principal objetivo es seguir favoreciendo desarrollos urbanísticos especulativos e incrementar la utilización del coche en la ciudad.
La decisión del alcalde de privar a los madrileños de su estadio de atletismo es resultado del alto endeudamiento municipal alcanzado como resultado de las obras de reforma de la M-30, que van a costar a los madrileños unos 13.000 millones de euros en los próximos 35 años.
Esto solo es el principio del empobrecimiento futuro que le espera a Madrid, ya que se esta poniendo en evidencia la nula capacidad inversora futura del ayuntamiento para afrontar los crecientes déficit de infraestructuras medioambientales, sociales, educativas y deportivas de la ciudad. El propio Plan Económico-Financiero presentado recientemente por el propio Ayuntamiento prevé una fuerte reducción de inversiones a partir del año 2008, cuando Gallardon posiblemente ya no sea alcalde, y cuando las necesidades sean mayores debido al crecimiento de la población, fundamentalmente por el creciente flujo migratorio hacia nuestra ciudad.