Mientras la iniciativa privada apuesta claramente por la energía eólica, con grandes proyectos como la construcción del primer parque eólico mar adentro en España, la Administración se sigue mostrando tacaña en subvenciones e ideas para que esta energía alcance el desarrollo máximo que puede tener en España. Parece ser que el sostenimiento de 51000 empleos directos en el sector eólico, prevista para el año 2011 y la reducción de gases contaminantes que afectan a nuestra salud no son motivos suficientes para que el gobierno de Zapatero apueste seriamente por esta energía renovable. |
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La potencia eólica conectada a la red actualmente supone unos 8000 MW. Durante este año la energía eólica habrá abastecido el 6 % de la demanda eléctrica del país.
El Plan de Fomento de las Energías Renovables tiene previsto que para el 2011 habrá 13000 MW de potencia instalada. Sin embargo, Fernando Ferrando, presidente de la Plataforma Empresarial Eólica (PEE), ha pedido al gobierno que eleve esta previsión hasta los 23000 MW ( 18,5 % de la demanda eléctrica del país) lo que supondría un aumento en las previsiones del 77 %. Esta petición pone de manifiesto lo cicateras que han sido las previsiones del Gobierno que no acaba de dar a las energías renovables un decidido empujón, siendo la iniciativa privada la que está convirtiéndose en la verdadera promotora de las energías limpias.
Siempre según datos de la PEE, España, con la capacidad productiva y el ritmo inversor del sector eólico actual puede alcanzar los 2500 MW anuales instalados hasta llegar a los 30000 MW. Esta cifra parece ser el límite de potencia que tendría nuestro país, teniendo en cuenta la tecnología actual.
Si el gobierno accede a esta demanda, la energía eólica podría beneficiarse de los recursos financieros que el Plan de Fomento de Las Energías Renovables había destinado a otras energías “limpias” como la solar, que habiéndose quedado por debajo de las previsiones, no han llegado a usar.
Si España quiere cumplir con los Protocolos de Kioto de emisión de gases contaminantes debe potenciar cuanto antes este tipo de energía. Por cada MWh sustituído con energía eólica se evitan 1,02 toneladas de CO2 emitidas por una central de lignito, 0,97 toneladas de carbón, 0,7 toneladas de fuel y 0,57 toneladas de gas. La salud de la gente no es algo que pueda esperar 5, 10 o 15 años. Los planes del gobierno tienen que ser mucho más ambiciosos, porque repetimos: nuestra salud y bienestar no pueden esperar.
Las enfermedades pulmonares provocadas por la contaminación del aire así como los cambios climáticos provocados por el efecto invernadero no son cuestiones secundarias que sólo importan a un grupo de románticos ecologistas. A día de hoy nos están costando a todos salud y dinero.
Otro efecto “colateral” de la energía eólica es el elevado número de puestos de trabajo (sobre todo cualificados) que genera. El sector eólico, entre fabricación y operación de los parques, da empleo directo a unas 25000 personas, cifra que se elevará a 51000 en 2011. Desde la PEE se señala además que “puesto que el sector está principalmente en manos de unas 300 empresas nacionales, los retornos económicos a la sociedad, en empleos indirectos y otras contraprestaciones son muy superiores”.
La actitud de los sucesivos gobiernos de PP y PSOE ha sido poco más o menos la de un notario que levanta acta de algo que ya existe: el gobierno hace una previsión del aumento de potencia eléctrica procedente de energías renovables pero no aporta planes serios de fomento de esa potencia. Por todo lo expuesto desde Madrid Habitable solicitamos un auténtico plan de Fomento de Las Energías Renovables que eleve hasta su capacidad máxima todas las energía renovables en un plazo razonablemente corto.